Reflexiones diarias para ti. |
| Posted: 09 Oct 2015 05:00 AM PDT Las cosas que creemos que son riquezas a veces no lo son en realidad. Se cuenta una historia de un hombre llamado Juan, era un cristiano piadoso, trabajador rural, era el capataz de una finca de un hombre aristócrata, el más rico de la región. Una mañana cuando Juan estaba haciendo sus tareas se acercó a su patrón y le contó el sueño que en la noche anterior había tenido, se le decía que el hombre más rico del valle iba a morir antes de la medianoche del siguiente día. Al principio este hombre millonario no le dio importancia, tampoco creía en los sueños, pero se inquietó así que llamo a su chofer y le pidió que lo llevara al médico. El doctor lo examinó y su estado era espléndido, lo invitó al doctor a cenar esa noche en su casa, y el aceptó de ir. La cena fue muy cordial, hablaron de diversos temas, el invitado trato muchas veces de irse pero el anfitrión lo retenía, cuando el reloj marcó las doce de la noche, el hombre rico aliviado despidió al doctor, el sueño de Juan no se había cumplido. Pocos minutos más tarde suena el timbre, cuando el hacendado abrió la puerta vio a la hija de Juan llorando, le dijo:”vengo a decirle que papá murió a la medianoche….” La muchacha se fue, el cerró la puerta, y de lo más profundo de su corazón dijo:”Oh Dios, que necio he sido, fue el bueno y piadoso Juan, rico en fe, amor y en paz a quien ibas a llevar. El era el hombre más rico de este valle” Cuanto afán y inquietud de espíritu nos trae en pensar desmedidamente por el mañana, cuantos viven pendiente de las bolsas, si bajan o suben, en que empresa pueden colocar sus acciones para que sean mejor cotizadas nos dice el Señor no se preocupen por el mañana, pongan vuestro corazón donde el ladrón no puede entrar, ni la polilla comer, porque donde esta vuestro tesoro allí esta vuestro corazón. Nunca imagino el poderoso hacendado que sus riquezas carecían de valor, solamente en lo terrenal había invertido… Juan el simple y común empleado era un hombre rico en fe, amor y paz, "El hombre más rico del valle". |
| Posted: 08 Oct 2015 11:39 AM PDT Un judío pobre una vez fue al templo sin cordero, ni palomas, ni harina para sacrificar. Se quedó afuera avergonzado, y oyó cantar esta parte del Salmo 51: "Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios…" Esto es lo que tenía ese judío, y entró. "Bendito seas", dijo el venerable rabí," son pocos los que vienen con tal ofrenda". |
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