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| Posted: 19 Apr 2012 09:00 PM PDT  Lectura: Efesios 5:1-17. "Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo" Colosenses 4:5 El escritor y orador John Erskine (1879-1951) declaró que aprendió la lección más valiosa de su vida cuando tenía catorce años. Su maestro de piano le preguntó cuánto tiempo practicaba, y él contestó que, por lo general, se sentaba a tocar el instrumento durante una hora o más cada vez. "No hagas eso -le advirtió el maestro-. Cuando seas mayor, no tendrás períodos tan largos disponibles. Practica durante unos minutos siempre que puedas: 5 o 10 antes de la escuela, unos cuantos después del almuerzo. Si repartes los momentos de práctica durante el día, la música se convertirá en parte de tu vida". Erskine dijo posteriormente que, por seguir ese consejo, pudo vivir una vida plena como creativo escritor, además de desempeñar sus tareas habituales como profesor. Escribió casi toda su obra más famosa, Elena de Troya, mientras viajaba en tranvía de su casa hasta la universidad. ¿Cómo puedes utilizar bien tus momentos libres? Considera llevar una Biblia contigo o un libro devocional. Usa el tiempo para leer, orar o escribir una nota de estímulo o de amonestación para alguna persona necesitada. ¡Cuidado con desperdiciar el presente! En vez de matar el tiempo, redime tus momentos libres hoy mismo. Reflexión: Desperdiciar el tiempo que se te regala insulta a su Dador. LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Samuel 9-11. Lucas 15:11-32.  |
| Posted: 18 Apr 2012 09:00 PM PDT  Lectura: Génesis 43:1-10. "Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre" Génesis 43:9 Judá estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de llevar a su hermano Benjamín de vuelta a Egipto (Génesis 43:9). Si algo le pasaba, el aceptaría la culpa. Esta es una de las características más inusuales en la naturaleza humana porque, por lo general, procuramos culpar a otra persona. Una noche, hubo un choque frente a mi casa. Salí y me encontré con una enérgica discusión sobre quién tenía la culpa. Uno de los conductores gritaba, diciendo: "Usted estaba en el lado contrario de la calle y además iba demasiado rápido". La otra persona contestó: "No, usted tiene la culpa. No puso las señales direccionales y tenía encendida la luz alta". Después de media hora, llegó la policía y se repitió la discusión. Una de las cosas más difíciles de aprender es aceptar la culpa y decir: "Me equivoqué". ¿Por qué? No siempre se trata de deshonestidad deliberada. La verdadera razón es, sencillamente, que lo vemos solo desde nuestra perspectiva personal. Si pudiéramos considerarlo con calma desde el punto de vista de la otra persona, podría parecer totalmente distinto. Toda moneda tiene dos caras. Nunca podrás ver ambos lados hasta que dejes de acusar y escuches humildemente a la otra persona. Si quieres resolver un conflicto, debes estar dispuesto a aceptar la culpa. Reflexión: Para tener razón, debes estar dispuesto a reconocer que podrías estar equivocado. LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Samuel 6-8. Lucas 15:1-10.  |
| Posted: 17 Apr 2012 09:00 PM PDT  Lectura: 2 Corintios 5:1-8. "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo..." Salmo 23:4 A la larga, la muerte nos llega a todos. Sin embargo, para el creyente, la oscura puerta de la muerte debe considerarse solo una sombra. Por muy temible que parezca, del otro lado está la brillante puerta que lleva a la vida: ¡la eternidad con Cristo!. El escritor William H. Ridgeway recuerda que, cuando era muchacho, él y sus amigos recogían frutas. Después de llenar sus canastas, esperaban junto a unos rieles de un ferrocarril que habría cerca. Cuando el sol se ocultaba en el oeste, venía un tren y "les pasaba por encima". Claro que el monstruo de hierro con su ruido estruendoso y su fuerte silbato no les pasaba por encima de verdad, sino que era solo su sombra. Y allí se sentaban, sabiendo que no corrían peligro, pero temblando de emoción en espera de la locomotora y de los vagones que se acercaban. Cuando el tren pasaba sobre ellos, estaban bajo su sombra durante unos momentos, y después, esa sombra se iba. El sol poniente los bañaba de una luz dorada mientras caminaban de regreso hacia el acogedor calor del hogar. ¡Qué ilustración tan maravillosa de lo que significa para el creyente "andar en el valle de la sombra de muerte"! (Salmo 23:4). No tenemos que temerle a la fría sombra de la muerte, porque el Señor está con nosotros (v. 4) y porque tenemos un hogar con Él que nos espera justo del otro lado (2 Corintios 5:1-8). Reflexión: Para el creyente, la muerte es la última sombra antes del amanecer del cielo. LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Samuel 3-5. Lucas 14:25-35.  |
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